La selección de imágenes es un proceso esencial en el flujo de trabajo de fotógrafos tanto profesionales como amateurs. El proceso de elegir las mejores fotos de nuestras tomas para ser luego editadas y exportadas para ser entregadas al cliente final. Cuando los fotógrafos que dan sus primeros pasos en el mundo de la fotografía se encuentran frente a cientos o incluso miles de tomas luego de una jornada de trabajo, tienden a pensar que el proceso de selección es una pérdida de tiempo o cuesta encontrar un método para sortear este proceso de selección (o eliminación). Así que voy a explicar el por qué pienso que es fundamental tener un método de selección establecido y la mejor manera de implementarlo.
Por qué seleccionar
1 – Descartar similares
Cuando tomamos fotografías es habitual que tomemos unas cuantas imágenes prácticamente idénticas. No necesitamos editar ni tampoco entregar todas las fotos de un “set”, en su lugar elegiremos sólo las dos mejores (luego decidiremos cual es LA MEJOR después de la edición, incluso podemos editarlas drásticamente diferentes, por ejemplo una color y la otra blanco y negro).
2 – Descartar malas tomas
No importa lo bueno que seamos –o creamos ser- siempre tendremos tomas fallidas, fotos que no merecen ni un lugar en nuestros siempre casi llenos discos duros; ejemplos claros de estos casos son fotos muy subexpuestas porque el flash no disparó, fotos con expresiones faciales inconvenientes, ojos cerrados, fotos donde estábamos probando exposición e incluso esas en las que imaginamos que esa pose y/o composición extrema podía funcionar y… no, no fue el caso.
3 – Ahorrar tiempo en la post-producción
Una vez que hemos eliminado fotos que directamente no servirían y duplicados innecesarios, contamos con una cantidad más amistosa para comenzar el proceso de retoque individual de cada una de ellas. Poder concentrarnos más en las fotografía que realmente nos interesa o valen la pena significa un ahorro significativo de tiempo en post-producción y sobre todo no perder tiempo retocando imágenes que nunca verán la luz del día (aún si hacemos retoques en bloques estamos perdiendo tiempo procesando y exportando imágenes que finalmente acabaremos eliminando). Y por último, pero no menos importante no nos fastidiaremos del tedioso proceso de retoque ya que sabemos que todas las que editemos son material que será entregado.
4 – Ahorrar tiempo a nuestros clientes
Aunque para algunos parezca inaceptable es práctica común entre algunos fotógrafos entregar a sus clientes “el crudo”, es decir, la totalidad de las imágenes para que éstos sean quienes hagan el proceso de selección. Esto no sólo es contraproducente ya que los clientes no deben ver “malas fotos”, sino que además el supuesto ahorro de tiempo al pedirle al cliente que se encargue de seleccionar las fotos no es tal; ya que el cliente no tiene ni las herramientas para poder comparar entre múltiples imágenes que se parecen entre sí ni el “criterio” para determinar que fotos son mejores. Es nuestro trabajo como fotógrafos seleccionar lo mejor de nuestro catálogo.
Cómo seleccionar
1 – Selecciona, luego edita.
La clave para seleccionar efectivamente es hacerlo todo de una vez, a veces tenemos la tentación de elegir una foto que nos gusta y luego comenzar a editarla y continuar después con el proceso de selección y repetir lo mismo. Hacerlo de este modo nos impide saber si más adelante no encontraremos una toma similar que está aún mejor y con el añadido del tiempo perdido entre ir y venir de un módulo a otro (o incluso entre distintos programas). Así que lo mejor es sentarse y filtrar todas las fotos de un mismo set de una sola vez.
2 – Se riguroso
Nuestras fotos son como una parte de nosotros mismos, nos cuesta elegir una y descartar las demás, pero en este paso es el momento de ser determinante y sin tapujos mandar a la papelera a las que no estén a la altura. No digo que todas las fotos deban ser de portfolio, sin embargo todas aquí deben estar perfectamente en foco, expuestas correctamente o bien compuestas.
3 – Desarrolla tu propio método y se consistente en su aplicación
Al principio puede que nos cueste acostumbrarnos a destinar una o más horas a simplemente “elegir”, pero en el largo plazo el proceso se irá haciendo cada vez más rápido, menos tedioso, más automático y el tiempo comenzaremos a ahorrar en el largo plazo valdrá la pena.
Diferentes maneras de filtrar imágenes en Lightroom
1 – Banderines
Este filtro se base en clasificar a nuestras imágenes de la siguiente manera: por defecto todas las fotos comienzan como “sin filtro” y podemos ir seleccionando nuestras fotos y asignarles un banderín de “seleccionadas” o “rechazadas”. Cada banderín tiene un atajo de teclado que hace que sea más rápido el proceso, P para “seleccionadas”, U “para sin clasificar” y X para las “rechazadas”. Este proceso funciona mejor cuando queremos filtrar las fotografías para posterior edición y también nos permite de manera simple eliminar en grupo las fotos rechazadas.
2 – Calificación con estrellas
En este método le asignamos a nuestras imágenes una calificación de (0-5) representadas con estrellas. El atajo de teclado es 1 para una estrella, 2 para dos estrellas y así sucesivamente. Es completamente personal que significa cada estrella, y el valor que le asignemos en nuestro proceso.
3- Etiquetas de color
La última opción es filtrar las imágenes por colores. Las opciones son rojo, amarillo, verde y azul. Estas opciones son similares al sistema de estrellas ya que podemos utilizarlos de la manera que mejor consideremos. Los atajos de teclado para las etiquetas de colores son 6 para rojo, 7 para amarillo, 8 para verde y 9 para azul.
Mi proceso
El flujo de trabajo que yo utilizo es el siguiente (utilizo el sistema de estrellas ya que es el que más natural puedo asignarle un valor e intuitivamente utilizar las teclas 1,2,3,4,5):
- Antes de siquiera sentarme a elegir, voy a importar las fotos a mi catálogo de Lightroom, y luego crear las visualizaciones previas 1:1. Esto tardará según la cantidad de fotos, pero cerca de una hora en la que puedo hacer otras actividades (puede parecer algo que se puede saltear, sin embargo podremos ir luego muchísimo más rápido entre foto y foto sin esperar que LR “cargue” la fotos correctamente.
- Desde el módulo de Biblioteca, selecciono todas las imágenes y presiono 1, de esta manera todas mis fotografías quedan asignadas con una estrella. Luego viendo sólo las miniaturas, cuando veo una foto completamente inservible (subexpuesta por completo, movidas notoriamente, fuera de foco muy notorio y casi todas las que salieron accidentalmente), es decir, fotos que no tiene sentido ni remotamente conservar. Cuando encuentro una de estas, presiono 0 para quitarles la estrella anterior. Luego filtraré las fotos sin estrellas y las borraré de mi disco –insisto en este punto las fotos que borro son completamente inútiles y no tiene sentido ni volver siquiera a pensar en ellas.
- Luego, ya viéndolas en pantalla completa individualmente iré presionando 2 para asignarles una segunda estrella, para ser merecedoras de una segunda estrella, debes estar medianamente bien expuestas, en foco, en definitiva pueden llegar a ser utilizables. Este paso se hace a máxima velocidad, sin detenerse en cada una, aquí elimino todas las que de un vistazo puedo darme cuenta que tienen desenfoque, movimiento, mala exposición, mal encuadre, ojos cerrados, expresiones faciales que las hacen inservibles; todas estas no reciben su segunda estrella y quedan fuera cuando luego filtre entre las que tengan al menos 2 estrellas. (Estas fotografías no serán borradas)
- Aquí empieza un proceso de selección más consciente, voy recorriendo las fotos y presionando el 3 para asignarles su segunda estrella, esta vez sí voy a detenerme a asegurarme que el foco sea perfecto (o casi), si hay similares las compararé en la vista de encuesta (N) para determinar cual quedará del grupo. Todas las que reciban 3 estrellas quedarán para ser retocadas y serán entregadas al cliente, o sea que deben reunir las cualidades suficientes –éste es el paso dónde más tiempo paso-.
- Aquí termino el proceso de selección, filtraré las imágenes con tres estrellas y comienzo el proceso de post-producción. Aquí alguna por diferentes motivos (llegó hasta aquí por error o luego de editadas directamente no me gustan) será pasada a 2 estrellas.
- Una vez que tengo todo el material editado, las q tienen 3 estrellas se entregarán al cliente.
- Para esta altura he visto todas las fotos muchas veces, sé cuáles quedaron mejor que otras, de aquí seleccionaré y asignaré 4 estrellas a las que cuenten la historia completa y que formarán parte de “mi álbum” para el cliente.
- Filtrando las de 4 estrellas, ya a esta altura un puñado solamente, asignaré la 5 estrellas sólo a aquellas que considere dignas de formar parte de mi portfolio, las afortunadas de representarme frente a otros posibles clientes, las que perdurarán en el recuerdo, las que nos dan esa satisfacción de haber hecho bien nuestro trabajo.